Antes de comenzar,
lee esta información
Antes de iniciar el tratamiento, el paciente debe poseer información detallada sobre las posibilidades, condiciones y objetivos del resultado propuesto, así como de las posibles incidencias y complicaciones que pudieran surgir. La siguiente información tiene el objetivo de que el paciente sea consciente de todos los términos y los acepte antes de someterse al tratamiento.
Las posibilidades funcionales y estéticas del tratamiento de ortodoncia en pacientes adultos están condicionadas por los siguientes factores:
Edad del paciente.
Severidad de las malposiciones dentarias y anomalías óseas.
Estado de salud de los dientes y su cobertura (periodonto).
Necesidad de cirugía de los huesos maxilares.
Factores individuales y hereditarios.
Respuesta natural al tratamiento.
Interés y expectativas del paciente.
Con el fin de proteger la vitalidad de los dientes y evitar molestias dolorosas, los movimientos deben ser suaves y delicados, aplicando fuerzas ligeras de acción continua.
Por su alto grado de efectividad son preferibles los aparatos fijos, cuya satisfactoria apariencia estética es compatible con las actividades sociales y profesionales del paciente adulto, en casos determinados será necesario el uso de aparatos removibles que habrá que usar siguiendo las instrucciones que te daremos.
Los factores condicionantes señalados determinan la duración total del tratamiento, con una fecha de terminación aproximada, difícil de concretar de antemano. Sin embargo, se procurará que no exceda el tiempo acordado por el paciente, siempre que se consiga el resultado deseado.
Cuando el tratamiento de ortodoncia requiere de la intervención quirúrgica de los huesos maxilares, ambos especialistas deberán colaborar conjuntamente asumiendo cada uno sus propias responsabilidades en el resultado obtenido.
Para asegurar la salud de los dientes y encías, y el efecto de los aparatos, se deberá observar una higiene bucodental escrupulosa y cotidiana; si el paciente presenta problemas de encías previos es necesario acudir a los mantenimientos de la encía durante toda la duración del tratamiento de ortodoncia.
El paciente deberá prestar una continuada cooperación en las instrucciones recibidas y acudir a todas las visitas programadas. Cualquier falta en este sentido puede complicar y alargar innecesariamente el tratamiento.
El paciente podrá interrumpir el tratamiento si así lo desea, aceptando por escrito la plena responsabilidad de su decisión.
Grandes resultados te esperan
Aunque en la gran mayoría de los casos se obtienen satisfactorios resultados funcionales y estéticos, el paciente no debe contar con unas expectativas que excedan las limitaciones propias del tratamiento de ortodoncia en adultos.
Los productos y materiales utilizados durante el tratamiento tienen una garantía de calidad avalada pos sus fabricantes, pero como sucede en otros tratamientos odontológicos o médicos, el profesional solo puede garantizar su propio interés, esfuerzo y dedicación para alcanzar los objetivos previstos del tratamiento, de acuerdo a las posibilidades y limitaciones de cada caso.
POSIBLES INCIDENCIAS Y COMPLICACIONES
Como sucede con el resto de la odontología, el tratamiento de ortodoncia también está expuesto a ciertas incidencias y complicaciones ajenas a la voluntad del ortodoncista. Pero estas suelen ser poco frecuentes y de fácil solución. Para evitar críticas negativas y quejas enojosas, el paciente debe conocer y admitir ciertas contingencias durante y después del tratamiento:
La aparición de caries, manchas dentarias e inflamación de las encías suelen deberse a un deficiente cepillado de la dentadura. La aparición de estos síntomas es mayor cuando se llevan aparatos fijos y la higiene no es adecuada.
A veces los aparatos pueden ocasionar molestias dolorosas en los dientes, cierta movilidad dentaria y la irritación de encías, labios y mejillas. Estos inconvenientes suelen ser iniciales y remiten espontáneamente al transcurrir el periodo inicial de acomodación al aparato. En caso de persistir, se debe advertir inmediatamente a la clínica.
Los tejidos blandos que soportan los dientes (periodonto) pueden verse afectados por la acción del tratamiento. Pero es más frecuente que ocurra por el acúmulo excesivo de placa bacteriana o por una higiene deficiente de las encías.
Cuando los dientes han sufrido un traumatismo, tienen extensas obturaciones, reconstrucciones protésicas o han perdido el nervio, el tratamiento puede ser más complejo y limitado. En estos casos el ortodoncista podrá requerir la colaboración del dentista o especialista correspondiente.
Algunos pacientes son propensos a un acortamiento de las raíces dentarias, como reacción inevitable del tratamiento. Habitualmente esta incidencia no tiene serias consecuencias, a menos que sea extenso, en cuyo caso deberá recurrir a un tratamiento apropiado realizado por el dentista o especialista correspondiente.
Ocasionalmente pueden aparecer molestias en la articulación de la mandíbula durante o después del tratamiento. El ortodoncista deberá averiguar el origen e importancia de tales molestias, pudiendo requerir la colaboración del dentista o especialista correspondiente.
Cuando el tratamiento requiere de extracciones dentarias o una operación de cirugía ortognática, dichas intervenciones deben ser realizadas por el dentista o cirujano especialista, los cuales informarán al paciente sobre las posibles incidencias y complicaciones que puedan presentarse sin que el ortodoncista asuma responsabilidad alguna.
Una vez concluido el tratamiento de ortodoncia, puede ser aconsejable la restauración estética de algunos dientes con anomalías de tamaño, forma o color, cuyo tratamiento corresponde al dentista o especialista en cuestión.
Una vez finalizado el tratamiento con la dentadura en la posición deseada, los dientes tienen tendencia a regresar a su malposición original, lo cual se previene con el uso de unos sencillos y estéticos aparatos de retención. La duración de este importante periodo de consolidación suele ser prolongado, y en ciertos casos acentuados permanente. Cualquier recaída ocurrida por descuidar su uso prescrito no debe ser imputada al ortodoncista.
