El Triangulo del Éxito: Equipo, Diseño y Colaboración.
Mucho se ha escrito sobre las distintas técnicas de tratamiento: fija o removible, más o menos estéticas, con o sin uso de elásticos, con o sin micrortonillos o combinadas con prótesis o implantes.
Incluso son muchos los pacientes que acuden demandando una marca concreta de aparatología para su tratamiento (invisalign, Damon, Autoligables…) sin ni si quiera tener claro cuál es el problema real al que se enfrentan.
Pero lo cierto es que son 3 factores los esenciales para llevar a término un tratamiento con éxito:
1.- Equipo: El ortodoncista juega un papel esencial. Los conocimientos que el doctor tiene sobre el diagnostico individualizado, que técnica es más adecuada para el tratamiento de cada uno de las maloclusiones y su experiencia en la resolución de los problemas o complicaciones que no siempre pero que algunas veces se presentan durante el tratamiento, será uno de los pilares esenciales. No olvidaremos en este punto un adecuado equipo auxiliar que acompañará y ayudará durante el tratamiento, así como un equipo de dentistas especialistas (implantólogos, periodoncistas, prostodoncias, endodoncistas, odontopediatras y dentistas generales) sin los que sería imposible realizar los complejos tratamientos interdisciplinares. Una coordinación de todos es una parte compleja pero muy importante para que los pacientes sientan confianza y seguridad al iniciar su tratamiento.
2.- Diseño: Conocimiento de la aparatología y diseño del tratamiento: existen diferentes métodos y técnicas de tratamiento: (aparatología ortopédica, Brackets autoligables metálicos o cerámicos, Brackets linguales o alineadores como Invisalign). No hay una técnica mejor que otra, sino un tipo de tratamiento para cada paciente. Cada una de las técnicas tiene sus ventajas e inconvenientes, por lo que una adecuada selección tanto por el tipo de maloclusión como por los hábitos de vida del paciente son factores que el ortodoncista tiene que valorar.
Un diseño adecuado de los objetivos y de las fases del tratamiento gracias a la experiencia en el uso de cada una de las diferentes técnicas, hará que la balanza tiempo-beneficio-coste biológico sea positiva y todo ello en un tiempo razonable.
3.- Colaboración: “El secreto de un tratamiento excelente es un paciente colaborador”. Este es el tercer pilar pero a nuestro criterio esencial: tener un paciente motivado para llevar a cabo su tratamiento, con una buena higiene oral y que siga las instrucciones de manera adecuada hace que los objetivos que se obtengan en el tratamiento sean más ambiciosos y en menor tiempo.
Una adecuada salud de los tejidos: dientes y encías es necesario para iniciar el tratamiento pero imprescindible durante.
Otro elemento que suele complejo para el paciente es el uso de elásticos intermaxilares (son las “típicas gomitas de quitar y poner”) y aunque los ortodoncistas sabemos que implica un esfuerzo adicional y disciplina en su uso, deben ser para el paciente un elemento motivador, ya que incorpora fuerzas adicionales que permiten acelerar el tratamiento. Un uso adecuado de los elásticos puede hacer que el tratamiento se finalice hasta 6 meses antes.
Caso Clinico:
Este caso es un buen ejemplo y sencillo para entender el triángulo del éxito:
Se fijaron, tras un diagnósticos exhaustivo e indivualizado del paciente, los siguientes objetivos:
- Corrección del apiñamiento superior e inferior.
- Corrección de la sobremordida y mejora funcional.
- Mejora de la sonrisa gingival: estética rosa
- Mejora de la anatomía dentaria: estética blanca.
Este caso se realizó con aparatología fija autoligables cerámica, por las características de la maloclusión y los habitos de vida de la paciente. Pero para tener el máximo control en los movimientos anteriores fue necesario un salud de la encía excelente para poder crear una adecuada arquitectura gingival. La higiene y la colaboración del paciente fue excepcional.
El resultado fue la obtención de todos los objetivos, sin necesidad de técnicas quirúrgicas adicionales ni uso de microtornillos (un tratamiento más sencillo y más llevadero para el paciente).
La monitorización de la evolución por parte de nuestro personal auxiliar y las reconstrucciones estéticas por parte del dentista restaurador cierra el tercer pilar para el éxito en la finalización del caso.